martes, 6 de octubre de 2009

Doblones de plástico


lleva menos de un día y las condiciones adecuadas convertir partículas y vacío en oro, un oro de valor incalculable, mas allá del dinero, una ves logrado esto, el mismo reposa efimeramente en nuestras retinas, alejado del tacto. Al fin de la jornada, podremos comprender la verdadera alquimia, cuando el único capas de convertir tierra en carne, convierte las nubes doradas en fría piedra solo para dejar brillar a los astros, entonces: ¿porque nos pasamos la vida tratando de convertir piedra en oro cuando lo único que hace es distraernos de lo que brilla realmente? en ese momento el tiempo y el espacio se disocian, las agujas del reloj vuelven al mismo lugar que conocieron ayer y visitaran mañana, pero el espacio es modificado para siempre ya que ese cielo nunca más será el mismo. No digo que la gente que vive enamorada del oro este equivocada, solo digo que si logramos comprender las pequeñas cosas de este mundo, por lo menos entendemos algo.

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