martes, 17 de agosto de 2010

Notas


Hoy escribo acerca de una canción,
que no recuerdo, solo unos acordes viejos,
un puñado de letras al ritmo del caos,
que golpean mi corazón con sus bajos.

Contener esa pierna inquieta que golpea
febrilmente el suelo, esperando que abran la puerta,
pero la tierra no se abre con el repique de esas notas,
la tierra no se abre, porque bajo ella nadie danza.

Los ratones y las ratas tras el flautista bailan,
las serpientes curiosas de sus cestos se asoman,
para ver que extraño sonido late en sus entrañas,
las bestias comprenden nuestras almas.

Nietzsche luchaba con las teclas en busca de alquimia,
y contra la razón humana en busca de calma,
escribió en el paso del tiempo sabias palabras,
una vida sin música, es una vida errada.

El día que recuerde mi canción,
no voy a necesitar escribir acerca de ella,
va a ser igual a todas, con tiempos y notas,
y diferente a todas por ser solo mia.

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