domingo, 1 de septiembre de 2013

En cada gran paso de la humanidad se aplasta al ser humano, un pie inmenso y anónimo que como a hormigas nos convierte en manchas.

Hace poco leí una noticia en el diario que me desgarro el corazón:  una madre en el noroeste argentino, hervía piedras y les hacia creer a sus hijos que estaba haciendo comida y estos se dormían de cansancio esperando esa comida que nunca estaba lista.

Ningún asesinato, guerra, atraco a la humanidad  o peste es tan terrible como este tipo de cosas, todo el resto puede ampararse en la propia naturaleza, no solo en la humana: la pelea por recursos, espacios, poder, los bajos instintos, pero esto es un invento netamente humano, el hambre es un invento nuestro, al que todos apoyamos y ayudamos, en un mundo donde el hombre (como afirma Hobbes) es el lobo del hombre y el salvajismo usa saco y corbata; no se puede esperar menos de nosotros y el desarrollo de nuestra razón  Jesús tenia razón al afirmar que todos somos culpable por el solo hecho de ser, pero estaba equivocado al creer que su sacrificio serviría de ejemplo.

En el momento que el hombre dejo de pertenecer a la tierra y la tierra comenzó a pertenecer a el, los vínculos se comenzaron a romper y esa libertad fue solo soltar ovejas a los lobos, El hombre es libre, pero ese "es" corresponde a un limite, a un ser, por lo tanto es eso y no puede ser otra cosa, un esclavo de esa libertad, por ende esa libertad pasa a ser una responsabilidad, el hombre es el único que "es" y en su capacidad de ser, es el único culpable.

1 comentario:

  1. Oh Santi, estás muuy existencialista.
    Gracias por traer reflexión a mi vida lluviosa.

    Saludos y abrazoides

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