Abra Macabra

En la ciudad no existen los fantasmas, solo paranoias, cada sombra tiene su objeto, es proyectada desde algo, los sonidos mas turbadores los generan los autos y las personas que no pueden dormir, pero en el campo, en el campo demonios caminan por las tierras, sombras que no tienen fundamentos, que deambulan por las bastas plantaciones, sombras que escapan de las luces del paganismo, miles de dioses bajo las piedras escarbando en un animal muerto, que alma mas dura la de la piedra a quien ningún fantasma asusta, a quien la muerte no le puede hacer sonreír, esa risa macabra, una cráneo sin pómulos vive su muerte riendo, y si porta una guadaña que mejor lugar para pasearse que el campo, que lugar mas hermoso para reirse con la muerte.